Ramón Llul, el filósofo que demostró el cristianismo
Algunos han apodado “Quijote medieval” a Ramon Llull (1232-1315), quizá porque Cervantes pudo haber leído su Libro de la orden de caballería. Para otros, el personaje es quijotesco porque su conducta tiene algo de inexplicable. No en vano, muchos lo tomaron por loco en su tiempo. Si bien ciertamente extraordinario por su longevidad, sus viajes o el número de libros que escribió (280), al hablar de Llull hay que recordar, por obvio que parezca, que es un personaje real y no de ficción y, sobre todo, que es el hispano de mayor relevancia en el mundo de la filosofía y del pensamiento. Así que vale la pena preguntarse cuáles son sus aportaciones esenciales y tratar de comprenderlas. Me centraré para ello en siete claves. Primera clave: Fue un trovador y no un cabalista Llull cambió de vida y de profesión -se convirtió- pasados los 30 años, y no porque se aburriera de su vida como cortesano del rey de Mallorca, sino porque se le apareció Jesucristo. En agradecimiento, quiso dedicar su...