Conmemoración del martirio del Padre Popieluszko
El 20 de octubre, la Iglesia Católica conmemoraba el martirio del sacerdote polaco Jerzy Popieluszko, asesinado por la Policía del régimen dictatorial del general Jaruzelsky, el 19 de octubre de 1.984. Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI, el 6 de junio de 2010.
Nacido en
1.947, en el seno de una familia humilde, en un pequeño pueblo del nordeste de
Polonia llamado Okopy, de precaria salud, durante su tiempo de seminarista
resistió a la dura “reeducación socialista”. A partir de agosto de 1.980, ya ordenado
sacerdote, y tras varios destinos, se le encomendó asistir a los obreros del
recién creado sindicato Solidaridad, que se oponía a la dictadura comunista.
Cuando fue ilegalizado, tras el golpe del general Jaruzelsky, se dedicó a
asistir material y espiritualmente a los obreros represaliados y a sus
familias, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia, con sus vibrantes
“misas para la Patria”. Sus únicas armas eran el -santo Rosario en la mano e
imágenes de la -virgen y del Papa polaco San Juan Pablo II.
En la noche
del 19 de octubre de 1.984, tres agentes de la Policía le secuestraron, le
trasladaron en coche a 100 kms, le torturaron brutalmente y, aún con vida y con
pesos atados a su cuerpo, le arrojaron al Vístula para que muriera ahogado. Su
cadáver apareció una semana más tarde. Tenía tan sólo 37 años.
Su primer
milagro fue liberar al pueblo polaco del miedo a la tiranía comunista: más de
300 mil compatriotas se lanzaron indignados a la calle, para asistir a su
entierro, junto con el Primado de Polonia, numerosos obispos, más de mil
sacerdotes y diplomáticos, y Lech Walesa junto con el resto de dirigentes del
sindicato libre Solidaridad. Esa misma solidaridad y justicia social que
predicaba el Padre Popieluszko, junto con toda la Doctrina Social de la
Iglesia.
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