Ayer celebramos la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad y de la Guardia Civil, objeto de gran devoción en Zaragoza – y en el resto de España-, donde cada año los fieles la honran con una hermosísima ofrenda floral. Precisamente la Basílica, que guarda su imagen, marca el itinerario de una ruta mariana por algunos de los principales santuarios marianos de esa parte de España, sur de Francia y Andorra: El Pilar en Zaragoza, Torreciudad en Huesca, Lourdes en el sur de Francia, Meritxell en Andorra y Montserrat en Barcelona.
El Pilar
La Basílica del Pilar se
encuentra en Zaragoza. Según una antigua tradición muy
arraigada, en el año 40 d.C. el Apóstol Santiago se encontraba
desalentado por la poca respuesta de los que escuchaban su predicación y, a
orillas del río Ebro, la Virgen se le apareció en carne mortal para
confortarlo. Prueba de aquel hecho sería una columna y
por eso la advocación del santuario es Nuestra Señora del Pilar.
El templo es majestuoso, de estilo barroco aunque
hubo construcciones anteriores. En la visita, la pieza principal es la Santa Capilla,
donde se venera la imagen de la Virgen. Los niños tienen
el privilegio de poder besar la imagen gracias a
los «infanticos», algo más mayores, que los acompañan
para «pasarlos por la Virgen», en expresión de la tierra.
Cada día, ese coro canta en la misa conventual y en el acto de la tarde, en el
que se entonan la Salve y los Gozos de la Virgen. El
resto de visitantes puede besar la columna del Pilar, que se
encuentra a pocos pasos circundando la Santa Capilla. El magnífico retablo es
un ejemplo de la escultura religiosa aragonesa, firmada en este caso por Damià Forment.
La fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad, se celebra el 12 de
octubre y entre los actos más populares se encuentra la Misa y la ofrenda
floral de cada año.
Torreciudad
La pequeña ermita románica y
la torre de vigilancia que servía de protección en tiempos de la Conquista
árabe, son los precedentes del santuario de Torreciudad, construido en 1975 bajo
el impulso de San Josemaría, el fundador del Opus Dei,
quien de pequeño fue curado milagrosamente por la Virgen. En agradecimiento a
ella, se propuso fomentar allí la devoción mariana y el reencuentro con
Dios entre las personas que visitan el santuario. La
construcción es contemporánea, con una preciosa vista ya que se encuentra junto
al embalse de El Grado y a lo lejos se ven las
montañas del Pirineo aragonés. La imagen de Nuestra Señora de Torreciudad es
una talla medieval, una «virgen negra» que está en el retablo del santuario,
obra del escultor Joan Mainé y de estilo aragonés,
inspirado en el del Pilar y en otras obras de la zona.
Torreciudad se encuentra muy cerca
de Barbastro
(Huesca), a medio camino entre El Pilar y el santuario de
Lourdes. A lo largo del año se celebran numerosas actividades, como la Jornada de las
Familias, las peregrinaciones de otras vírgenes o el mes de
mayo. Hay anualmente un ciclo internacional de conciertos de órgano (que
este año ha cumplido su XXV aniversario) y cursos de retiro. En la visita, es
destacable la Capilla del Santísimo, con un Cristo vivo
Crucificado; las capillas de los confesionarios, la galería de
advocaciones marianas, así como los recorridos exteriores del Santo Rosario,
el Via
Crucis, y los Dolores y Gozos de San José, que invitan a
rezar al aire libre.
Lourdes
El santuario de Nuestra Señora de
Lourdes es uno de los centros de peregrinación más famosos
del mundo. Lo que lo hace tan singular es que la Virgen se apareció 18 veces allí.
Cada año son 6 millones de personas las que lo
visitan, la mayoría de ellos para pedir a la Virgen el consuelo y la curación de
dolencias físicas y espirituales. En la gruta de
Massabielle, donde se apareció la Virgen a Bernadette
Soubirous, cada jornada se reúnen cientos de peregrinos, que
también acceden a la Basílica de la Inmaculada Concepción, a
la del Rosario (con
una capacidad para 1.500 personas), a la de San Pío X (adecuada
para 25.000 asistentes) y a la de Santa Bernadette, donde se le
apareció por última vez la Virgen. Cada día, al atardecer, se
celebra la sobrecogedora y a la vez íntima Procesión de las Antorchas,
con velas encendidas.
Lourdes cuenta con la Capilla de la
Reconciliación, donde las personas que buscan la paz y
tranquilidad de la conciencia pueden ser atendidas por sacerdotes. Hay seis
lenguas oficiales del santuario: francés, italiano, español, inglés, alemán y neerlandés.
Además, es posible encontrar sacerdotes en otros idiomas entre os llegados de
peregrinaciones del extranjero. El recinto de Lourdes es muy extenso y dispone
de Capilla
de la Adoración, el Vía Crucis de los enfermos, el Camino del
Agua, las fuentes y las piscinas, donde los peregrinos que lo desean se bañan
con ayuda -en el caso de enfermos- de los hospitalarios.
La Iglesia ha ido estudiando la
fama del santuario de Nuestra Señora de Lourdes en el caso de curaciones sin
explicación médica. En 2018, se declaró oficialmente el milagro número 70,
aunque son innumerables las personas que acudieron al santuario y atribuyen a
la Virgen su mejoría o su curación completa. También son muchas las
conversiones que han sucedido en Lourdes. Entre ellas, tal vez una de las más
conocidas sea la del doctor Alexis Carrel, quien narró su propia
experiencia en el libro «Viaje a Lourdes». Un inusual
libro de viajes pero muy recomendable para conocer el lugar.
Meritxell
La noche del 8 al 9 de
septiembre de 1972, un incendio destruía prácticamente todo el
santuario de la Virgen de Meritxell, corazón de Andorra. Los andorranos se
aprestaron a reconstruir el templo para su patrona, del que solo pudieron
salvarse la fachada y algunos muros. Para ello, encargaron el proyecto al
famoso arquitecto Ricardo Bofill (autor, entre otras
obras, de la T1 del Aeropuerto de Barcelona) y cuatro años después se
inauguraba el nuevo santuario de la Virgen. El templo tres ideas: Fe, Identidad y
Cultura. Y es que la Mare de Déu de Meritxell es,
en las siete parroquias andorranas, el alma de este
pequeño país europeo. Al santuario acuden muchos visitantes tanto en la época
del esquí (por
las pistas de que dispone) como en verano, puesto que la naturaleza en
pleno Pirineo fomenta el turismo familiar y de deportes
de aventura.
Montserrat
En medio de Cataluña, una montaña
de formas singulares es el lugar en el que se encuentra la basílica de Nuestra
Señora de Montserrat. El paraje es de una belleza inusitada, que año tras año
congrega a millones de personas de todo el mundo. La «Moreneta» (morenita,
en catalán) se llama así porque su imagen es una talla de «virgen negra»,
románica. La ciudan los monjes benedictinos desde hace diez
siglos. En el 1025, el abad Oliba ordena
la construcción de un monasterio junto a la ermita de San María
de Montserrat, de la que se tiene conocimiento histórico desde
el año
888, porque en esa fecha el conde Guifré el Pilós (Wifredo
el Velloso) la donó a los monjes del monasterio de Ripoll.
Montserrat se encuentra a 60
kilómetros de Barcelona y muchos turistas, cuando van a
visitar la ciudad, reservan un día para la excursión al santuario. Su nombre se
debe a la forma de las montañas, con poca vegetación y que parecen un «monte serrado».
El acceso, además de a pie, puede hacerse por carretera o bien en un cómodo
tren cremallera en Monistrol de Montserrat. Viajar de
Barcelona hasta la basílica puede hacerse hoy en algo más de una hora en tren
desde la Plaza España de la capital catalana. La basílica que hoy puede
visitarse es del siglo XVI y los peregrinos hacen cola
para subir a besar a la Virgen, y después colocar una vela en
la que sumen sus peticiones.
No hay que perderse la visita a la antigua
ermita para hacerse idea del lugar donde fue encontrada la
imagen de la Virgen, en medio del extraordinario macizo rocoso,
que es a la vez un reclamo para los estudiosos de la geología. Ni tampoco el
magnífico Museo de Montserrat, que a lo largo de los
años ha ido recibiendo donaciones y exhibe desde piezas arqueológicas de Egipto
hasta obra contemporánea.
Es famosa la Escolanía de
Montserrat, que cada día puede escucharse con el canto de la
Salve y en varias misas. Además, rezan el «Virolai», himno dedicado a la Virgen
y escrito por el poeta Jacint Verdaguer. La fiesta de Montserrat
es el 27 de abril. Al ser la patrona de
Cataluña, esa jornada convierte además la basílica en un foco
de la expresión cultural e identitaria del pueblo catalán.
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