Reapertura del Museo Naval


Después de año y medio cerrado al público, para acometer una profunda remodelación, el Museo Naval reabre, a partir del 17 de octubre, sus puertas en el madrileño Paseo del Prado, con más de 3.000 piezas desde la Edad Media y distintos recorridos temáticos, sobre personajes ilustres, avances en las técnicas de navegación, armamento naval, etc. No termina en la triste Guerra Civil, sino que llega hasta la Armada actual.

Las áreas temáticas son: “La Armada en la génesis de España”, sobre la época medieval; la “Era de los Descubrimientos”, con la importante novedad del espacio dedicado a los avances de la Casa de Contratación -incluye la Carta de Juan de la Cosa, primer mapa de la Historia en el que figura la costa de América-; “Donde nunca se ponía el sol” (siglos XVI y XVII, con el modelo de la nao Victoria y el famoso cuadro de Salaverría con los 18 valientes que sobrevivieron a la primera circunnavegación del mundo, por parte de Juan Sebastián Elcano); “La creación de la Real Armada” – centrado en el siglo XVII, que repasa los avances técnicos, el bautismo naval de la bandera española, las expediciones científicas, Blas de Lezo, la generación de valientes ilustrados diezmada en Trafalgar…-, y “Un gigante con pies de barro”, que arranca con la pérdida definitiva de nuestras provincias de Ultramar y, pasando por la reconstrucción de la Escuadra, la Guerra Civil, y el régimen de Franco, llega hasta la época actual, con sus buques enseña, el Príncipe de Asturias y el buque de proyección estratégica Juan Carlos I, botado en 2008.

Además, hay otras cuatro salas temáticas, aprovechando los dos impresionantes patios del Cuartel General de la Armada, en donde se muestran los grandes modelos de arsenal del siglo XVIII; las maquetas de los barcos de vapor y hélice; las rutas comerciales, y una cuarta dedicada a las misiones actuales, con la Atalanta en Somalia. En la Sala Patronato se muestras la piedra lunar, traída por el Apolo XIII.

Ninguna gran potencia se entiende sin su Armada, y así, cuando España cuidó a su Armada fue grande y se enseñoreó de todos los mares (de hecho, el Pacífico, descubierto por España, era conocido como el Mar español), y cuando desde que dejó de mirar al mar nuestra patria cayó en la irrelevancia en la escena internacional. Una visita al Museo Naval nos enseña la grandeza de nuestro país y por qué debemos sentirnos orgullosos de él.

 

 

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