40 años del 23F

 Hoy se cumplen 49 años del Golpe de Estado del 23F. Tal día como hoy, en 1981, el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, irrumpía en el Congreso, y el teniente general Milans del Bosch sacaba los tanques a las calles de Valencia. Yo lo tengo muy presente, porque ese día cumplía mi mayoría de edad y aquellos hechos malograron una celebración que se presuponía muy divertida.

Sin embargo, 40 años después resulta desolador ver cómo tantos jóvenes no saben quién era Tejero y, posiblemente, ni siquiera sepan que en España hubo un golpe de Estado. Ante tal desconocimiento de nuestra Historia más reciente, al menos, de la Historia oficial, ni hablamos de la verdad del 23F.

Tejero fue el cabeza de turco, que se cruzó en el camino de otro golpe, éste civil, en el que "el elefante blanco" al que se esperaba en el Congreso (el general Armada, íntimo del rey Juan Carlos I, y llamado a presidir un gobierno de concentración nacional, incluidos socialistas y comunistas) era la auténtica clave. Un gobierno que debía sustituir a Adolfo Suárez , acosado por el terrorismo, la crisis económica, la deriva ya entonces del separatismo catalán y vasco.... El rey Juan Carlos, roto el idilio con Suárez, quería que dimitiera, a lo que aquel se negaba. Y sin embargo, en el momento del golpe, Suárez iba a ser sustituido, en sede parlamentaria y por medios plenamente democráticos, por Calvo Sotelo.

Todos estaban implicados, los partidos sin excepción, hasta el propio Rey, quien de forma borbónica señalaba "a mi dádmelo todo hecho", pero que sin duda, no era ajeno a los rumores de lo que se avecinaba.

Pero se cruzó un imprevisto: Tejero, que estaba previsto que acometiera su asonada para justificar la intervención de ese gobierno de concentración nacional que se preparaba en la sombra (presidido por el general Armada, con Felipe González como  Vicepresidente, ya que el PSOE no admitía haber perdido las elecciones de 1979 frente a la UCD, y hasta 2 ministros comunistas), no admitió ese gobierno. "Yo no he venido hasta aquí para admitir un gobierno con comunistas", dicen que afirmó. Y todo se desbarató. Ante esa tesitura, el Rey reculó y emitió el famoso discurso en  televisión, con el que "presuntamente salvó" nuestra democracia.

Algunos tontos útiles pagaron en la cárcel, mientras el resto, los auténticos cerebros de la operación, siguieron a lo suyo. Faltan 10 años para que se desclasifiquen los papeles, sabremos entonces la verdad, o pasará como con el asesinato del Almirante Carrero Blanco (además de la ETA, quién manejó los hilos del vil asesinato de un gran patriota español); el abandono del Sáhara ante las manipulaciones de la CIA o los servicios secretos franceses aliados de Hassan II nunca explicados, o más recientemente, la farsa del juicio por los atentados del 11M.

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