Murió mártir por montar un Belén navideño en el campo de concentración de Dachau

 Hace años, la Navidad de 1941, un joven de 28 años también montó un belén y murió por él. Era Alois Andritzki. 

Estuvo en el campo de concentración de Dachau en la Alemania nazi y fue ejecutado por un acto de libertad para celebrar el nacimiento de Jesús.


Una familia enamorada de Jesús

Alois Andritzki nació el 2 de julio de 1914. Sus padres, Johann y Magdalena, eran católicos devotos y una vez al mes, Johann llevaba a los seis niños a visitar los santuarios, mostrándoles la belleza y los misterios de su fe.

Alois, el cuarto hijo, sintió el llamado al sacerdocio desde muy temprano. Sus hermanos mayores también recibieron la ordenación sacerdotal. El hermano menor murió mientras servía en el ejército en la Segunda Guerra Mundial.

Sacerdote valiente

Cuando acababa de cumplir 25 años, el 30 de julio de 1939, Alois fue ordenado sacerdote

Ofreció su primera misa pública el 6 de agosto de 1939, sin saber que 18 meses después sería enemigo del estado. 

Obtuvo esta consideración porque en la época navideña de 1940 produjo una pequeña obra de Navidad en la ciudad de Dresden. 

Aparentemente también se le escuchó hacer «declaraciones hostiles» contra el partido nazi. El 21 de enero de 1941, el padre Alois fue detenido por la Gestapo.

Alegría en Dachau

El padre Alois fue puesto en la prisión de Dresden y unos meses más tarde trasladado a  Dachau

Más de 2.700 clérigos fueron encarcelados en ese campo de concentración y más de 2.500 de ellos eran clérigos católicos.

El Padre Alois era un músico y artista talentoso. También era acróbata. Y entretenía a sus compañeros de prisión caminando sobre sus manos.

En la temporada navideña de 1942, el padre Alois dibujó una representación de la Natividad en la pared del cuartel para crear una sencilla capilla navideña. Los nazis estaban furiosos.

Martirio en el campo de concentración

El Padre Alois, enfermo de fiebre tifoidea, preguntó si podía recibir la Sagrada Comunión

El alcaide nazi se burló de él diciendo: «Él quiere a Cristo. Le daremos una inyección en su lugar». 

El padre Alois Andritzki tenía solo 28 años cuando sus captores le administraron una dosis letal de ácido fénico. 

El Padre Alois fue declarado Siervo de Dios por el papa san Juan Pablo II el 27 de agosto de 1998.

En su ceremonia de beatificación el 10 de diciembre de 2010, el papa Benedicto XVI declaró que el beato Alois Andritzki había muerto in odium fidei (por odio a la fe). 

Alois Andritzki, un joven de 28 años, sacerdote, se puso de pie frente a la muerte y la miró fijamente por amor a Cristo.

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