El antiguo Sahara español sigue sometido a la dictadura marroquí

 El Frente Polisario acaba de romper la tregua con Marruecos, firmada en 1.991. El antiguo Sahara español fue ocupado por Marruecos en 1.975. Alineado entonces -era la época de la Guerra Fría-, con la extinta Unión Soviética, la organización emprendió diversos ataques guerrilleros al Ejército de ESpaña, potencia administradora del territorio. Equivocaron su estrategia. EE.UU. y Francia (país que controló buena parte de Marruecos, salvo la parte española, el Rift y Santa Cruz de Mar Pequeña o Sidi Ifni), asustados ante la posibilidad de que la URSS encontrara una salida por África al Atlántico, apoyaron al régimen dictatorial de Hassan II, en sus ansias expansionistas hacia el sur de su reino, reclamando una región que jamás en su Historia perteneció a su país.

Hassan II -ese a quien nuestro Rey emérito trataba como "mi hermano", en realidad, siempre enemigo confeso de España, pues ya había emprendido una guerra de guerrillas contra nuestro país para expulsarnos de Santa Cruz de Mar Pequeña-, preparó la Marcha Verde, supuestamente una marcha de civiles -en realidad, había numerosos soldados-, para apropiarse "pacíficamente de un territorio que no era suyo y luego colonizarlo. 

Unos días antes de que se consumara la traición, el entonces Príncipe Juan Carlos I y en ese momento y por la grave enfermedad del Caudillo Jefe del Estado en funciones, acudió a El Aaiun a arengar a las tropas españolas, integradas fundamentalmente por legionarios. Al cabo, habría de demostrarse que no había ninguna voluntad de cumplir con el mandato de la ONU a España, como potencia administradora, para proceder a una descolonización ordenada, que nos hubiera brindado la oportunidad de tener en la zona un país amigo, que nos permitiera ejercer presión a nuestro sempiterno enemigo: Marruecos.

 Pero no hubo voluntad de defender nuestros intereses y los de los saharahuis. Se abandonó el Sahara español a su suerte y fue ocupado por Marruecos y Mauritania la pequeña franja del sur lindante con sus fronteras, que abandonó pronto, procediendo los marroquíes a ocupar el territorio entero. 

Al parecer, el Caudillo, conocedor de la situación, pero ya en franca agonía, declaró la guerra a Marruecos, orden que sería despreciada por el Gobierno y por el entorno familiar del Generalísimo, al considerar que no estaba en uso de sus facultades.

Se firmó el Tratado de Madrid, por el que España seguía siendo la potencia administradora, papel al que nunca renunció, mientras que la ONU debía ocuparse de convocar un referéndum que jamás tuvo lugar, para conocer el deseo de los saharahuis. El Frente Polisario, abandonado por todos, salvo por la URSS y su peón en la zona, Argelia - enemigo de Marruecos, por disputas fronterizas-, se entregó a la guerra de guerrillas, pero paulatinamente fue arrinconado por Marruecos - con fuerte respaldo militar y armamentístico estadounidense y francés-, y el Muro que fue construyendo la dictadura alauí, a tal fin, y sucesivamente ampliado.

Tras años de lucha, en clara inferioridad, el Frente Polisario hubo de admitir la derrota y firmar la tregua en 1.991, con el compromiso del referendum eternamente postergado. Entre tanto, la población en el interior del territorio se ha convertido en ciudadanos de segunda, frente a los colonos marroquíes, sin ningún tipo de libertad, y con la vergüenza de los campos de refugiados de Tinduf, al sur de Argelia. Algunas familias españolas, con    buena intención, se traen en verano algunos niños de los campamentos, para que puedan disfrutar de algo de libertad fuera del triste entorno de los campamentos, pero eso no exime de la dejación de responsabilidad por el Gobierno de España, ni por supuesto, del criminal olvido de la comunidad internacional.


Pero no hu

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