El Cristianismo resiste en Arabia pese a la persecución
n un país donde el Islam es la única religión permitida y la libertad religiosa está estrictamente limitada, la presencia de los católicos en Arabia Saudí es un testimonio de la fe que sigue viva, a pesar de la persecución y las severas restricciones. Según Mons. Aldo Berardi, Vicario Apostólico de Arabia del Norte, los católicos en este vasto territorio —que incluye países como Arabia Saudí, Kuwait, Qatar y Bahréin— suman más de dos millones de personas. Aunque el régimen saudí prohíbe abiertamente el culto no musulmán, los católicos han logrado mantener viva su fe, a menudo de manera clandestina, mostrando cómo una Iglesia discreta, pero vigorosa, continúa creciendo en este entorno hostil.
«A pesar de la represión y las restricciones, la Iglesia Católica en Arabia Saudí sigue viva gracias al coraje y la fe de los laicos, que mantienen su esperanza de un futuro de libertad de culto en el país.»
Una Iglesia que sobrevive en la sombra
En Arabia Saudí, la libertad religiosa no existe de forma legal. Los católicos son, en su mayoría, trabajadores extranjeros que viven en la más absoluta clandestinidad, sin la posibilidad de reunirse oficialmente ni tener acceso libre a los sacramentos. A pesar de ello, el Vicariato Apostólico asegura que la comunidad católica sigue estando activa, organizándose a través de grupos pequeños según lengua, rito o espiritualidad. Los feligreses, mayoritariamente filipinos e indios, siguen la misa online y participan en grupos de oración y formación, todo bajo estricta discreción.
Mons. Berardi explica con cautela que, aunque no pueden reunirse abiertamente, la comunidad católica se mantiene conectada y organizada, utilizando Internet como una herramienta para la catequesis y los retiros espirituales. Esta es una Iglesia que sigue activa, aunque sin visibilidad pública, y que se enfrenta a constantes desafíos para mantener su fe en un país donde la conversión religiosa está penada con la muerte.
La presencia católica a través de los laicos
A pesar de las duras restricciones, la comunidad católica en Arabia Saudí ha encontrado un medio para sostener su vida espiritual. En un país donde el acceso al clero es limitado, los laicos han asumido un rol fundamental en la organización y liderazgo de las comunidades. El Catecismo, la oración y la formación se mantienen vivos gracias a los esfuerzos de los laicos, quienes, sin la presencia constante de sacerdotes, han logrado llevar adelante el testimonio cristiano en medio de la persecución. Mons. Berardi alaba la valentía y dedicación de estos laicos, quienes son los verdaderos pilares de la fe en el país, organizando grupos de oración y cultos, aún bajo condiciones extremadamente difíciles.
La esperanza para el futuro y la apertura social
A pesar de la represión, Mons. Berardi se muestra optimista respecto al futuro de la Iglesia en Arabia Saudí. Señala que la generación joven del país, que constituye más del 60% de la población, está impulsando una demanda de cambio. Esta generación, más conectada al mundo exterior a través de Internet, está comenzando a cuestionar la rigidez de su entorno social y religioso. Mons. Berardi espera que, con el tiempo, Arabia Saudí permita algún tipo de apertura en cuanto a la libertad de culto, aunque no sea una libertad religiosa completa. Lo que se pide desde la Iglesia es el derecho de los católicos a practicar su fe, sin temor a represalias.
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